domingo, 18 de septiembre de 2011

¡Feliz 18!

¡Hola a todos! Aprovechando la fecha y el aire festivo que se respira en nuestro país, les traigo este post dieciochero en donde tocaré un tema que muchos han experimentado.

Antes de decir cualquier cosa, quisiera dejar en claro que conducir una bicicleta en estado de ebriedad es tan peligroso como conducir un automóvil o una motocicleta en ese estado. La bicicleta es un vehículo más en el tránsito y su conducción SIEMPRE se verá afectada si vamos con unos tragos de más.



Ahora si. ¿Quién no ha salido de carrete en su bicicleta? Estoy seguro que muchos de ustedes la han hecho la gracia, y no los juzgo mal. De hecho, yo también la he hecho y tengo una historia un poco distorcionada al respecto, pero que me la reservaré por ahora. Desde esa ocación, si salgo de carrete en bici, no la manejo hasta la mañana siguiente.

Lo único que puedo decir en defensa de mi experiencia es que la bicicleta es como un caballo y llega solita a la casa.

Ya en serio, fuera de bromas, si va a beber, pase las llaves del candado.

Y ahora, videos de borrachos en bici:







viernes, 5 de agosto de 2011

Ciclismo y publicidad

Dos de mis grandes pasiones en la vida se juntan en este post, pues soy publicista de profesión y ciclista urbano, y como sabrán (o sino, ahora se darán cuenta), muchas veces este parcito se enfrenta para bien y para mal.

¿Se han fijado que últimamente se ven más bicicletas en los spots de televisión, video clips, banners en internet o gráficas publicitarias en la calle? Bueno, resulta que en publicidad, cuando un producto o servicio no es capaz, por si solo, de generar la empatía necesaria con el consumidor para que este reciba con mejor disposición el mensaje publicitario, se utiliza un recurso ultra explotado en la actualidad: los rostros. Esa es la razón de por qué a Felipito le fascina Ripley y de por qué, a pesar de cagarse a medio Chile, a Zabaleta le sigue gustando La Polar.



"Zabaleta es buena onda, pero igual compra en La Polar. No debe ser tan mala la tienda esa". Esto es asociación.

¿Y por qué a la publicidad le ha dado con las bicicletas? La respuesta es simple: ¡ES EL MEJOR ROSTRO QUE PUDIERON ENCONTRAR! Ecología, eficiencia, economía, rapidez, salud, bienestar, simpleza, etc. Absolutamente nada malo se asocia a nuestro querido vehículo y eso le otorga un valor publicitario increíble.

Hagan el ejercicio. Fíjense en la cantidad de campañas publicitarias que incluyen bicicletas. O mejor, fíjense en la cantidad de figuras públicas que hacen paseos "espontáneos" en bicicleta, sobre todo cuando su imagen va en picada.

Hasta ahí, buena onda. Pero ¿qué pasa cuando la publicidad ofende al ciclismo?

Hace tiempo reconocí una especie de hito histórico para el ciclismo urbano de nuestro país. Un hecho publicitario que marcaría la historia de las bicicletas que recorren las calles de Chile desde 1980 hasta el presente. El afamado spot "Cómprate un auto, Perico".



Eran otros tiempo. Plena dictadura y el neoliberalismo se apoderaba de la nación. Se cambió lo bueno y tradicional por progreso y el Movimiento de Furiosos Ciclistas aún no nacía como para alzar la voz en contra de esta aberración.

Lo chistoso es que Perico volvió a aparecer el año pasado, con su cuerpo desgastado y su auto pa' la cagá. Periquito, si te hubieses quedado con tu bici, no estarías tan cagado.

domingo, 31 de julio de 2011

¿Es Santiago una ciudad pedaleable?

De vez en cuando, uno que otro personaje o situación aparecen para intentar hechar para abajo lo que, durante años, los ciclistas urbanos de Santiago y Chile han intentado hacerle entender a las personas: ¡muévanse en bici!. Pero basta que salga un reportaje sensasionalista en televisión para que la bicicleta vuelva a estar en la mira como un medio de transporte peligroso para las personas y para quienes lo conducen.

Es así como la pregunta que hago en el título de este post nunca termina de responderse.

Claro, para nosotros, experimentados ciclistas urbanos, la respuesta es simple y absoluta. Santiago es una ciudad pedaleable porque la hemos estado recorriendo durante años. Pero, ¿qué piensan aquellos que ni siquiera se les ha ocurrido despegar el trasero de sus autos para irse en 2 ruedas a sus trabajos?

Recuerdo cuando, el año pasado, el arquitecto y columnista de El Mercurio, Felipe Assadi, se oponía al uso de la bicicleta en Santiago, argumentando que la ciudad tenía una inclinación de 3%, de oeste a este, que impedía la utilización de nuestro querido vehículo de forma eficiente.



(Pausa para mofarse de Assadi).

Así como este arquitecto, miles de chilenos tambièn creen que moverse en bicicleta por la ciudad es una locura. Y algo de razón tienen.

Antes de seguir con eso, definamos que es una ciudad pedaleable:



Una ciudad pedaleable es aquella en la que se le da tanta (y quizás más) importancia a las bicicletas como a los automóviles. Las encontramos en sociedades en donde no existen, o se han dejado atrás, los prejuicios sociales en contra de este vehículo y se reconocen las propiedades que hacen de la bicicleta un medio de transporte único y superior (economía, rapidez, ecología, entre muchas más). Ejemplos mundiales de ciudades pedaleables son Ámsterdam, Copenhague, Portland, San Francisco, Barcelona, Berlín, entre otras. En todas ellas, del total de los viajes realizados dentro de la ciudad, un alto porcentaje es en bicicleta. Los ciclistas son motivados por la excelente señalización vial, préstamos de bicicletas, seguridad, calidad del medio ambiente y garantías legales.



Y Santiago, ¿en qué se parece a estas ciudades?

Decía que algo de razón tenía la gente que considera una locura la idea de moverse en bicicleta por esta ciudad. Y, claro, en Santiago no tenemos lo que tienen en Barcelona, por ejemplo (y ojo, no hace mucho, Barcelona era parecido a Santiago en este tema). Aquí no tenemos buena señalización, no tenemos seguridad, no tenemos garantías legales, la ciudad no considera a las bicicletas y si a los autos y, lo peor de todo, es que pareciera que la ciudad va a seguir avanzando en la dirección que no debe seguir. Y así, como leí por ahí: "es poco probable que el público se anime a escoger la bici como medio de transporte cuando está de por medio el riesgo de perder la vida en las ajetreadas calles".

En conclusión: Santiago es una ciudad pedaleable, pero para los que estamos locos.

Me consuela saber que algún día esto va a tener que cambiar. Va a llegar un punto en que el parque automotriz no podrá seguir creciendo, cuando la polución sea insoportable y el bolsillo de la gente no aguante más el abuso. Quisiera ver sus caras cuando se den cuenta que la solución a todos sus problemas se inventó hace casi 200 años.

Sigan pedaleando, es la única forma de avanzar.

miércoles, 27 de julio de 2011

En bici a la pega

¿Cuántos de ustedes van en bicicleta a sus trabajos?

Para muchos de los que han visitado este blog, la bicicleta es su vehículo de paseo y también es su medio de transporte diario. ¿Qué mejor que irse a la pega en bici? Llegas prendido y con historias de cosas que viste en el camino. Al devolverte a tu casa te sirve para relajarte y desconectarte de la pega. Llegas a tu casa listo para descanzar como se debe. En definitiva, la bicicleta es el mejor vehículo para ir a trabajar. Basta con subirse un rato al metro y verle la cara a las personas para darse cuenta que esa rutina de viaje les está destruyendo su vida.



¿Tienen un límite de kilómetros para decidir si irse o no en bici?

Aquellas personas que alguna vez han pensado en irse a sus trabajos en bicicleta y después han descartado la opción, seguramente pensaron en que no eran capaces de recorrer tantos kilómetros.

Pero si eres ciclista, la verdad es que la distancia no es lo que importa aquí, sino el tiempo que te demoras en recorrerla. Por ejemplo, 10 kms. se recorren, fácil, en 30-40 minutos, y esto depende sólo de tu capacidad física para pedalear. Ahora, lo que te suma 10 o 20 minutos a este tiempo son las calles y el tráfico.

Pero, a pesar de esto, existen ciclistas que recorren 1 o 2 horas, todos los días, para llegar a sus trabajos, cruzando de lado a lado su ciudad. Esa gente si que es admirable.

¿Y qué tienen todos en común? Viven mucho mejor que el viejo guatón que te tira el auto encima o la vieja con cara de perro que te mira desde la micro.



Hace poco egresé como publicista y llevaba 3 meses sin encontrar trabajo en mi área, así que en vez de quedarme en mi casa contando moscas me busqué una pega part-time. Lo único malo: no puedo ir en bici.

Terrible. La bicicleta es mi medio de transporte y lo seguirá siendo, pero este trabajo no me permite llegar a él en mi humilde vehículo. No por que no me hayan dejado, sino porque donde entro a trabajar queda lejos de donde termino de trabajar.

Será. Espero que en el próximo trabajo tenga mejor suerte.

domingo, 24 de julio de 2011

Ciclovías Infernales: Carmen

Como soy ecologista, me gusta reciclar. "Ciclovías Infernales" era una sección del blog que llevaba en Terrabike y que pretendo continuar aquí en @YoCleteo.

Una de las ciclovías que frecuentemente era protagonista en esa sección era la de Carmen. La odiaba y la sigo odiando.

El siguiente video resume en 46 segundos esta ciclovía y fue armado con material que había grabado para el otro blog, pero que no alcancé a publicar.



Ojo, no se van a topar sólo con autos, sino también con basura, escombros, hoyos, etc. Use su imaginación.